Empieza el verano, y ya nos imaginamos disfrutando de nuestro tiempo libre: mayor contacto con la naturaleza, leer esos libros que tenemos pendientes, retomar la práctica de algún deporte, no tener que madrugar, ponernos morenos/as, etc.
¡Pero no podemos dar “vacaciones” a nuestra salud visual!
Si pensamos en los peligros del verano para nuestros ojos, fácilmente nos viene a la mente el riesgo de la radiación ultravioleta por el exceso del sol y la importancia de usar una gafa de calidad adquirida en establecimientos sanitarios de óptica; y tal vez las irritaciones oculares por el cloro de las piscinas.
Por desgracia hay otros peligros ante los que tenemos que prestar atención:
- Irritaciones oculares por exceso de horas de uso de las lentes de contacto. Recuerda cumplir las recomendaciones de uso/limpieza y las revisiones indicadas por tu óptico-optometrista.
- En la playa, cuidado con la arena. Si te entra en los ojos, enjuágatelos abundantemente con agua limpia o lágrimas artificiales si es posible, y no te los frotes en ningún caso.
- En el campo, ten mucho cuidado con las heridas producidas por vegetales (cortes por el filo de las hojas o ramas, astillas de madera,…) son muy peligrosas. Acude urgentemente al servicio médico más cercano.
- Algunos deportes, especialmente los que usan pelotas pequeñas (squash, tenis, frontón, las llamadas paletas en la playa) pueden producir lesiones oculares por impacto. La mejor forma de protegerse es usar gafas deportivas (se consideran EPI, equipos de protección individual), que pueden ser graduadas (en ese caso, además de EPI, son también productos sanitarios con adaptación individualizada) si lo necesitas.
- En las fiestas, extrema la precaución con los petardos y fuegos artificiales.
¡Ante cualquier irritación, dolor, o sospecha de lesión acude al oftalmólogo!
PREGUNTA y VISITA a tu ÓPTICO-OPTOMETRISTA: SIEMPRE RESPONDE