La evaluación y medición es el paso inicial de cualquier intervención sobre la visión. El óptico-optometrista realiza un examen completo de la visión de la persona. Esta evaluación se realiza en el sistema orgánico y también en el proceso de la visión. No solo se analiza la agudeza visual, sino que también se valoran aspectos como la motilidad ocular, evaluación de los reflejos pupilares, medición de la refracción, medida de la presión intraocular y exploración del polo anterior y polo posterior.

Para realizar esta evaluación, el profesional utiliza un variado instrumental muy especializado que ofrece una información exacta sobre el estado de la visión.

En el establecimiento de óptica, o en otro establecimiento o centro sanitario, encontramos un variado instrumental especializado. En concreto en el gabinete de optometría encontramos alguno de los instrumentos más utilizados entre ellos los siguiente:

Caja de prueba
La Montura o Gafa de Prueba es una gafa (normalmente metálica) que tiene las varillas y el puente ajustables para que pueda adaptarse a todas las fisonomías y que dispone de unas pequeñas agarraderas en el que se introducen lentes de distintas potencias para facilitar un examen optométrico.

Esas lentes que se ponen y quitan de la montura están ordenadas según su potencia dióptrica en lo que llamamos la Caja de Prueba. Hay lentes convexas o positivas (para hipermetropía), lentes cóncavas o negativas (para miopía), lentes tóricas (para astigmatismo), lentes con filtros, lentes prismáticas, oclusores que quitan la visión de un ojo, con un agujero en el medio, etc.

Aunque es un instrumento muy antiguo, y actualmente se usa mucho el foróptero, la gafa de prueba sigue siendo muy válida ya que permite simular como sería la visión final en situaciones cotidianas como mirar el suelo o subir escaleras , y permite al óptico-optometrista observar si la persona a la que se está haciendo el examen visual guiña los ojos o tuerce la cabeza, que alteraría el resultado de la graduación.

Tonómetro
Es el aparato con el que se hace la medida indirecta de la presión intraocular o tonometría. La presión intraocular es la presión ejercida por los líquidos contenidos en el interior del globo ocular (humor vítreo y humor acuoso) sobre las estructuras firmes del mismo.

En función de si el tonómetro toca o no directamente la córnea se clasifican en: Tonómetro de contacto, que es el método más comúnmente utilizado por los oftalmólogos; Tonómetro de no contacto, es el que se usa en los establecimientos sanitarios de óptica.

Es recomendable medirse la presión intraocular al menos una vez al año para mayores de 40 a 45 años y para personas con antecedentes familiares de glaucoma.

Retinoscopio
Es el aparato que se usa para medir la graduación del ojo a través de la técnica llamada retinoscopía. Es una especie de linterna que permite dirigir una franja luminosa hacia el ojo, a la vez que el óptico-optometrista observa, a través de un ocular del retinoscopio, la sombra que hace esa franja de luz en el fondo del ojo.

La retinoscopía o esquiascopia es un método objetivo (no interviene la persona observada) para medir el poder refractivo del ojo interpretando la luz reflejada en su retina al iluminarlo con el retinoscopio. Según se desplace la sombra en el fondo del ojo, el óptico-optometrista va poniendo delante del ojo lentes (que indican la graduación de ese ojo) hasta que no se aprecie movimiento de sombra alguna.

La retinoscopía es un método rápido y muy exacto para conocer la refracción. Además, por ser un método objetivo, resulta imprescindible a la hora de realizar la refracción en situaciones donde la comunicación resulta difícil, por ejemplo, en niños pequeños, personas con discapacidades, problemas auditivos,etc. También permite detectar irregularidades en la córnea, en cristalino y opacidades en los medios.

Oftalmoscopio
El oftalmoscopio es un instrumento óptico que se usa para la observación de las estructuras del ojo.

Además de el ocular y la fuente de luz, cuenta con una serie de filtros y un juego de lentes para enfocar lo que se quiere observar.

Más información sobre el Oftalmoscopio se puede consultar en nuestro artículo del blog de actualidad.

Foróptero
El foróptero es el aparato utilizado para la graduación subjetiva de la vista. Al decir subjetiva indicamos que la persona examinada interviene en el proceso, va diciendo si ve mejor o no con una lente u otra.

El foróptero es como una “super-gafa de prueba” que tiene dentro todas las lentes que hay en una caja de prueba, y el óptico-optometrista en vez de estar poniendo y quitando lentes simplemente gira una disco/botón que va colocando delante del ojo las lentes, esto hace que el examen sea mucho más rápido que con la gafa de prueba.

El foróptero tiene incorporadas una serie de filtros, lentes de colores, polarizadas y unos sistemas de prismas, que posibilitan hacer una batería completa de pruebas optométricas, para evaluar no solo el estado refractivo (la graduación), sino también el estado acomodativo y binocular de los ojos (forias-desviaciones, estrabismos latentes, etc.).

Tras el examen con el foróptero es normal que se ponga la graduación resultante en la gafa de prueba para comprobar cómo quedará la gafa definitiva.

Frontofocómetro
Este instrumento sirve para medir la potencia dióptrica de una lente oftálmica, así como para determinar el centro óptico de la misma y la dirección del cilindro. Con el frontofocómetro se marca el centro y el eje del astigmatismo para facilitar el montaje personalizado de las lentes según la fisonomía y la montura escogida por el usuario de las gafas.

Al mirar por un fronto manual se ve un test (unos dibujos de rayas y puntos) que se desenfoca al introducir la lente que se quiere medir. Girando una rueda, el test vuelve a estar enfocado gracias a un mecanismo formado por lentes y fuentes de iluminación. Cuando ya está enfocado una tabla nos indica la graduación y moviendo la lente se obtiene el centro óptico.

Gracias al “fronto”, el óptico-optometrista adapta las lentes de tus gafas de una forma absolutamente personalizada a tus necesidades visuales.

Queratómetro
El queratómetro o también llamado oftalmómetro es un instrumento optométrico que sirve para medir la curvatura de los 3-4 mm centrales de la superficie exterior de la córnea. Consiste en un rayo de luz que se proyecta en la córnea, donde se refleja en el “espejo” que forma su cara convexa, dando una imagen determinada de cada uno de los meridianos principales de la córnea y cuya diferencia constituye el astigmatismo corneal del ojo.

El astigmatismo corneal originado por la diferencia de curvatura de los meridianos principales de la cara externa de la córnea supone la parte más importante del astigmatismo refractivo cuantitativamente hablando, por lo que tiene que ser tenido en cuenta en todos los exámenes optométricos.

Esta medida también es fundamental en la adaptación de lentes de contacto, ya que conocer con exactitud la curvatura central de los meridianos corneales principales, es imprescindible para calcular cuál es el radio de la primera lente de prueba, que es uno de los primeros pasos del proceso de adaptación individualizada de las lentes de contacto que siempre debe ser supervisado por un óptico-optometrista.