El otoño es el momento de volver a la normalidad y recuperarse de los excesos veraniegos: muchas horas con las lentillas, exceso de radiación solar, etc. ¡Qué mejor momento para hacer una examen ocular y revisar las lentillas!

Es también el momento de caídas de las hojas, de desprenderse de lo que se muere, de llenar la despensa para el invierno, ¿por qué no renovar las gafas y tirar de una vez esas que tienes hechas polvo?

Revisemos como están nuestras gafas de sol tras el verano, renovemos lentes arañadas, ajustemos las varillas.

¿Has pensado alguna vez recuperar la eficacia visual? Muchas molestias oculares, cansancios, dolores de cabeza, etc., se mejoran con ejercicios de terapia visual, ¡Consulta a tu óptico-optometrista!

Y no olvides que en otoño también hay polen que puede producir alergia e irritaciones en los ojos: margaritas, crisantemos, girasol, dalias, y las “malas hierbas” como el cardo; y a finales de otoño cipreses, castaños, hayas, sauces, álamos, robles, encinas,… Sin olvidar la alergia a los ácaros-polvo ya que pasamos más tiempo en ambientes cerrados.

Cuidado también con el exceso de maquillaje que disimula nuestra piel otra vez blanca, sobre todo para quienes usan lentes de contacto.