Si en las condiciones normales de nuestra vida, sometemos a nuestra visión a un esfuerzo excesivo (dispositivos electrónicos, luz artificial, ambientes cerrados, etc.) cuando hacemos deporte este esfuerzo no es menor y a la vez podemos poner en riesgo nuestra salud visual; por eso visión y deporte deben ir muy unidos.
La Visión Deportiva es la parte de la optometría que se encarga de las implicaciones entre el sistema visual y la práctica del deporte. Generalmente cuando hacemos deporte nos quitamos las gafas o lentillas “para que no se rompan” pero no nos damos cuenta de que es una de las actividades que más requiere el uso de gafas y/o lentillas.
Con la Visión Deportiva queremos conseguir:
- Una buena agudeza visual que facilite las práctica deportiva.
- Una suficiente protección, tanto de las radiaciones nocivas (lentes solares), como protección mecánica (lentes de protección) ante lesiones oculares por golpes, salpicaduras, balonazos, etc.
- Una mejora del rendimiento y las habilidades visuales (coordinación ojo-mano, rapidez de reacción, etc.).
Hay muchas posibilidades según el deporte que practiques: gafas para deportes acuáticos o submarinos, deportes de pelota y raqueta, deportes de contacto, de tiro, de motor, ciclismo, running, etc. Según tus necesidades pueden ser gafas graduadas o lentillas con gafas protectoras o simplemente gafas sin graduación protectoras.
DEPORTES DE VERANO

Con el verano aumenta la práctica de deportes al aire libre y el uso de gafas deportivas (se consideran EPI, es decir, equipos de protección individual) es cada vez más numeroso.
¿Es una moda o algo necesario?
Sin duda el uso de gafas deportivas graduadas es imprescindibles para todas las personas que desean practicar determinados deportes y han de compensar sus necesidades refractivas (miopía, hipermetropía y astigmatismo) tanto en adultos como en niños. La mejora de la agudeza visual que produce la gafa graduada hace más satisfactoria, divertida y eficaz la práctica deportiva.
Cuando la gafa deportiva lleva lentes con graduación, además de EPI, también se considera producto sanitario con adaptación individualizada.
Hay otras ventajas en el uso de gafas deportivas que las hacen aconsejables para todos, necesiten o no graduación:
- Protección de las radiaciones solares nocivas (ultravioleta e infrarrojo)
- Protección mecánica, las gafas deportivas están diseñadas para soportar impactos y evitar lesiones oculares por golpes, balonazos, partículas que arrastra el viento, etc.
- Protección ante productos químicos, como el cloro en las piscinas.
- Permite el uso de lentes de contacto en deportes acuáticos.
Hay muchas posibilidades según el deporte que practiques: gafas para deportes de pelota y raqueta, deportes acuáticos o submarinos, deportes de contacto, de tiro, de motor, ciclismo, running, etc.
DEPORTES DE INVIERNO

Exponerse al sol sin protección durante la práctica de deportes en la nieve puede originar importantes problemas en córnea, retina y cristalino, provocando queratoconjuntivitis, úlceras crónicas y la aparición prematura de cataratas.
En la montaña hay que tener especial cuidado con las radiaciones solares. A altitudes elevadas, la capacidad de protección de la atmósfera es mucho menor. Se estima que, por cada 1.000 metros de altura, el efecto dañino de la radiación solar aumenta un 15%. Además, la radiación reflejada por los cristales que forman la nieve es mucho mayor: la nieve refleja el 80% de los rayos ultravioleta.
Algunos dolores intensos de cabeza, conjuntivitis y fotofobias están producidos directamente por la utilización de gafas que no disponen de los filtros adecuados. Estas lesiones no aparecen enseguida, sino después de algunas horas o incluso días, y pueden ser irreversibles.
Especial cuidado hay que tener con los niños. Sus ojos son más vulnerables al sol, ya que las estructuras oculares no se han terminado de formar, y filtran menos la radiación ultravioleta.
Gafas de esquí
Existe una amplia variedad, pero para elegirlas no debemos guiarnos solo por el especto estético o por la moda, sino por los beneficios que tienen que aportar a nuestra salud visual, siempre con el consejo y asesoramiento de un Óptico-Optometrista y en un establecimiento sanitario de Óptica.
Los colores de lentes más adecuados para la nieve son:
– Marrón. Mejora los contrastes, no altera los colores naturales, produce menos cansancio ocular y es el que reduce mejor el deslumbramiento.
– Verde. Altera poco la visión de los colores, aunque algo más que el marrón.
Filtros y tratamientos
La categoría ideal del filtro es la número 4, que ofrece la capacidad de absorción de radiación solar UVB-UVA más alta (92-97%). Este filtro está especialmente concebido para la nieve, incluso en altitudes superiores a 3.000 metros.
Las lentes polarizadas eliminan la luz que se refleja en algunas superficies, como el agua, la nieve o una carretera. Por este motivo, se recomiendan para la práctica de todos los deportes de nieve, así como para conducir o participar en deportes acuáticos.
DEPORTES DE AGUA

Con el calor del verano, se incrementa nuestra actividad en el agua, tanto en el mar como en las piscinas, pero no debemos olvidar unas recomendaciones para que el disfrute no acabe en un susto.
- Si usas lentes de contacto no te metas con ellas en el agua, porque pueden salir “flotando”. Hay muchos modelos de gafas de natación y buceo graduadas, pregunta a tu óptico-optometrista.
- El cloro de las piscinas es un desinfectante muy irritante para los ojos, usa gafas de natación para que no entre en los ojos, sobre todo en los niños que son los que más tiempo pasan bañándose y bajo el agua.
- Si usas lentillas y te metes, sin gafas de natación en la piscina, las lentes de contacto blandas absorberán el cloro (son como una esponja) y te lo irán “soltando” en el ojo durante todo el día.
- Tras el baño date una ducha para eliminar restos de cloro y sal que hayan quedado en los párpados y si te echas unas gotas humectantes (mejor si la has conservado fría) tus ojos te lo agradecerán.
Ya fuera del agua, no olvidemos los peligros de la arena y del sol. Si te entra arena en los ojos no te los frotes, enjuágalos con agua limpia y échate unas gotas humectantes o suero fisiológico.
Y recuerda que los ojos son mucho más sensibles a los rayos solares que la piel, usa gorra con visera y sobre todo gafas de sol de calidad adquiridas en un establecimiento de óptica, ¡también para los niños!, si les ponen crema solar, ¿cómo no les vas a proteger de ese mismo sol los ojos?